La comunicación gubernamental en los gobiernos municipales: Estrategias, desafíos y oportunidades.
«Lo que no se comunica no existe.» Gabriel García Márquez.
La comunicación gubernamental es un pilar fundamental en la gestión de los gobiernos municipales. No solo se trata de informar a la ciudadanía, sino de conectar, persuadir y construir confianza. En un mundo cada vez más digitalizado y con ciudadanos más exigentes e independientes, la forma en que los gobiernos comunican sus acciones es crucial para su éxito o fracaso. Según Mergel, Edelmann y Haug (2021), una buena comunicación puede ser la diferencia entre un gobierno que cuenta con el apoyo de su comunidad y uno que se percibe distante y desconectado de las necesidades ciudadanas. Esto se refleja en cómo la comunicación ha evolucionado de ser una simple transmisión de mensajes a convertirse en una herramienta estratégica que busca la legitimación de acciones antes de que ocurran.
En los gobiernos municipales, la comunicación no debe ser vista como un mero accesorio o una función secundaria. Yemile Mizrahi señala que “en un entorno competitivo, los gobiernos no solo tienen que hacer las cosas mejor, sino también convencer a la población de que lo están haciendo mejor que la oposición”. Esta competencia se traduce en la necesidad de desarrollar habilidades comunicativas que no solo informen, sino que también inspiren confianza y credibilidad. Mark Bevir en su libro Governance: A Very Short Introduction, destaca que la comunicación eficaz puede legitimar políticas antes de su implementación, ayudando a construir consenso y apoyo desde el inicio.
La percepción pública de un gobierno no solo se basa en las acciones concretas que realiza, sino también en cómo estas son comunicadas y percibidas. Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2023, elaborada por Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que un poco menos de la mitad de los mexicanos confía plenamente en los gobiernos municipales, de allí la necesidad de mejorar la comunicación para fortalecer dicha confianza ciudadana. Esta baja confianza refleja una desconexión entre las expectativas de la ciudadanía y la percepción de la gestión gubernamental, algo que se puede corregir mediante estrategias de comunicación más cercanas y transparentes.
El desafío de la comunicación gubernamental radica en su capacidad de influir y conectar con una audiencia diversa, especialmente en un entorno donde los ciudadanos son cada vez más críticos e independientes en sus opiniones. Un análisis de Ipsos y UNESCO (2024) reveló que más de la mitad de los ciudadanos se informa principalmente a través de redes sociales, lo que subraya la necesidad de que los gobiernos adapten sus estrategias de comunicación para ser más ágiles, directas y personalizadas. Esta transformación incluye el uso de microtargeting y la gestión en red, elementos que permiten segmentar los mensajes para conectar de manera más efectiva con diferentes grupos de la sociedad.
Durante la pandemia de COVID-19, se evidenció la importancia de una comunicación clara y oportuna, con municipios que lograron aumentar la percepción de confianza en un 30 % mediante campañas sobre medidas de prevención y vacunación (OCDE, 2022). Estos ejemplos ilustran cómo la comunicación no solo informa, sino que también puede gestionar la percepción de crisis, construir consenso y fortalecer la legitimidad de un gobierno. La capacidad de responder rápidamente con mensajes coherentes y adaptados a la situación fue clave para mantener la calma y la colaboración ciudadana en momentos de incertidumbre.
En el contexto local, los gobiernos municipales tienen la oportunidad de mostrarse como entes cercanos y proactivos, respondiendo de manera directa a las inquietudes de sus ciudadanos. La profesionalización de la comunicación en los gobiernos locales es, por tanto, una necesidad imperante. No se trata solo de transmitir información, sino de gestionar la percepción y construir una narrativa que conecte con los valores y expectativas de la comunidad. Según el experto español Carlos Arbesú, la comunicación política se construye en dos planos: el concreto, que incluye los bienes tangibles como servicios públicos e infraestructura; y el simbólico, que abarca la confianza, la certidumbre y la percepción de seguridad que el gobierno proyecta.
En México, los desafíos de la comunicación gubernamental son evidentes. Un diagnóstico reciente muestra que el 75 % de los mexicanos prefieren informarse a través de redes sociales, y menos de la mitad considera que los gobiernos locales comunican adecuadamente sus acciones (INEGI, 2022; Reuters Institute, 2023). Esta desconexión subraya la urgencia de mejorar la calidad y el alcance de las comunicaciones gubernamentales para satisfacer las expectativas de una ciudadanía cada vez más informada y exigente. La falta de estrategias de comunicación adaptadas al entorno digital es una barrera que debe superarse mediante la incorporación de nuevas tecnologías y métodos innovadores de gestión de la información.
Según el Government Trends 2024 de la firma Deloitte, el 85 % de los ciudadanos siente que los gobiernos deberían utilizar más la tecnología para mejorar la comunicación y la transparencia en la gestión pública. Esto incluye el uso de plataformas digitales que permitan la interacción directa con los ciudadanos, el acceso a información en tiempo real y la posibilidad de participar en la toma de decisiones locales. La convergencia tecnológica no es solo una opción, sino una necesidad para adaptar la comunicación gubernamental a un mundo en constante cambio. Mergel et al. (2021) sugieren que los gobiernos deben adoptar un enfoque de comunicación que incluya innovación, agilidad y una constante adaptación a las nuevas formas de interacción social.
Los gobiernos locales también deben enfrentar la creciente demanda de transparencia y rendición de cuentas. Según el Annual Report 2023 de Transparencia Internacional, los municipios que implementaron políticas de datos abiertos y reportes periódicos de gestión lograron aumentar significativamente la percepción de integridad y confianza entre sus ciudadanos. Esto demuestra que la comunicación no solo es un medio para informar, sino también una herramienta poderosa para construir una administración pública más transparente y responsable.
En definitiva, la comunicación gubernamental es mucho más que un área de apoyo con una función meramente administrativa; es una herramienta que debe ser considerada estratégica que define la relación entre el gobierno y sus ciudadanos. En la administración municipal, una comunicación efectiva puede ser la clave para lograr una gestión exitosa, legitimada y alineada con las expectativas ciudadanas. Los líderes locales deben reconocer la importancia de profesionalizar sus equipos de comunicación así como sus estrategias, aprovechando la tecnología y adaptándose a los nuevos paradigmas de interacción social. Un gobierno que comunica eficazmente es un gobierno que no solo informa, sino que también inspira confianza y construye legitimidad.
